La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Miércoles, 2026-03-25 lo siguiente:
Lectura del libro de Isaías 7, 10-14; 8, 10
En aquel tiempo, el Señor habló a Acaz: -«Pide una señal al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo.» Respondió Acaz: -«No la pido, no quiero tentar al Señor.» Entonces dijo Dios: -«Escucha, casa de David: ¿No os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará una señal: Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”.»
SALMO RESPONSORIAL Sal 39, 7-8a. 8b-9. 10. 11 (R.: 8a y 9a)
R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, y, en cambio, me abriste el oído; no pides
sacrificio expiatorio, entonces yo digo: «Aquí estoy.» R.
«-Como está escrito en mi libro- para hacer tu voluntad.» Dios mío, lo quiero, y
llevo tu ley en las entrañas. R.
He proclamado tu salvación ante la gran asamblea; no he cerrado los labios: Señor,
tú lo sabes. R.
No me he guardado en el pecho tu defensa, he contado tu fidelidad y tu salvación,
no he negado tu misericordia y tu lealtad ante la gran asamblea. R.
Lectura de la carta a los Hebreos 10, 4-10
Hermanos: Es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite los pecados. Por eso, cuando Cristo entró en el mundo dijo: «Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, pero me has preparado un cuerpo; no aceptas holocaustos ni víctimas expiatorias. Entonces yo dije lo que está escrito en el libro: “Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad.”» Primero dice: «No quieres ni aceptas sacrificios ni ofrendas, holocaustos ni víctimas expiatorias», que se ofrecen según la Ley. Después añade: «Aquí estoy yo para hacer tu voluntad.» Niega lo primero, para afirmar lo segundo. Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre.
Aleluya y versículo antes del evangelio Jn 1, 14ab
La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 26-38
Lectura de la profecía de Daniel 3, 14-20. 91-92. 95
En aquellos días, el rey Nabucodonosor dijo:
—«¿Es cierto, Sidrac, Misac y Abdénago, que no respetáis a mis dioses ni adoráis la
estatua de oro que he erigido? Mirad: si al oír tocar la trompa, la flauta, la cítara, el
laúd, el arpa, la vihuela y todos los demás instrumentos, estáis dispuestos a
postraros adorando la estatua que he hecho, hacedlo; pero, si no la adoráis, seréis
arrojados al punto al horno encendido, y ¿qué dios os librará de mis manos?»
Sidrac, Misac y Abdénago contestaron:
—«Majestad, a eso no tenemos por qué responder. El Dios a quien veneramos
puede librarnos del horno encendido y nos librará de tus manos. Y aunque no lo
haga, conste, majestad, que no veneramos a tus dioses ni adoramos la estatua de
oro que has erigido.»
Nabucodonosor, furioso contra Sidrac, Misac y Abdénago, y con el rostro
desencajado por la rabia, mandó encender el horno siete voces más fuerte que de
costumbre, y ordenó a sus soldados más robustos que atasen a Sidrac, Misac y
Abdénago y los echasen en el horno encendido.
El rey los oyó cantar himnos; extrañado, se levantó y, al verlos vivos, preguntó,
estupefacto, a sus consejeros:
—«¿No eran tres los hombres que atamos y echamos al horno?»
Le respondieron:
—«Así es, majestad.»
Preguntó:
—«¿Entonces, cómo es que veo cuatro hambres, sin atar, paseando por el horno sin
sufrir nada? Y el cuarto parece un ser divino.»
Nabucodonosor entonces dijo:
—«Bendito sea el Dios de Sidrac, Misac y Abdénago, que envió un ángel a salvar a
sus siervos que, confiando en él, desobedecieron el decreto real y prefirieron
arrostrar el fuego antes que venerar y adorar otros dioses que el suyo.»
Salmo responsorial Dn 3, 52. 53. 54. 55. 56
Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres, bendito tu nombre santo y glorioso.
R/. A ti gloria y alabanza por los siglos.
Bendito eres en el templo de tu santa gloria.
A ti gloria y alabanza por los siglos.
Bendito eres sobre el trono de tu reino.
R/. A ti gloria y alabanza por los siglos.
Bendito eres tú, que sentado sobre querubines sondeas los abismos.
R/. A ti gloria y alabanza por los siglos.
Bendito eres en la bóveda del cielo.
R/. A ti gloria y alabanza por los siglos.
Versículo antes del evangelio cf. Lc 8, 15
Dichosos los que con un corazón noble y generoso guardan la palabra de Dios y
dan fruto perseverando.
Lectura del santo evangelio según san Juan 8, 31-42
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos que habían creído en él:
—«Si os mantenéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la
verdad, y la verdad os hará libres.»
Le replicaron:
—«Somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú:
"Seréis libres"?»
Jesús les contestó:
—«Os aseguro que quien comete pecado es esclavo. El esclavo no se queda en la
casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el Hijo os hace libres, seréis
realmente libres. Ya sé que sois linaje de Abrahán; sin embargo, tratáis de matarme,
porque no dais cabida a mis palabras. Yo hablo de lo que he visto junto a mi Padre,
pero vosotros hacéis lo que le habéis oído a vuestro padre.»
Ellos replicaron:
—«Nuestro padre es Abrahán.»
Jesús les dijo:
—«Si fuerais hijos de Abrahán, haríais lo que hizo Abrahán. Sin embargo, tratáis de
matarme a mí, que os he hablado de la verdad que le escuché a Dios, y eso no lo
hizo Abrahán. Vosotros hacéis lo que hace vuestro padre.»
Le replicaron:
—«Nosotros no somos hijos de prostitutas; tenemos un solo padre: Dios.»
Jesús les contestó:
—«Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais, porque yo salí de Dios, y aquí estoy.
Pues no he venido por mi cuenta, sino que él me envió.»