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MISA SÁBADO DE LA DÉCIMA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO 2024

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La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Sábado, 2024-06-15 lo siguiente:

  • Santa María Micaela del Santísimo Sacramento, virgen 2024:

    Notas

  • SÁBADO DE LA DÉCIMA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO 2024:

    Tiempo Ordinario.

    PRIMERA LECTURA DE LA MISA

    Eliseo se levantó y marchó tras Elías

    Lectura del primer libro de los Reyes 19, 19-21

    En aquellos días, Elías se marchó del monte y encontró a Eliseo, hijo de Safat,
    arando con doce yuntas en fila, y él llevaba la última.
    Elías pasó a su lado y le echó encima su manto.
    Entonces Eliseo, dejando los bueyes, corrió tras Elías y le pidió: Déjame decir adiós
    a mis padres; luego vuelvo y te sigo.
    Elías contestó: Ve y vuelve, ¿quién te lo impide? Eliseo dio la vuelta, cogió la yunta
    de bueyes y los mató, hizo fuego con los aperos, asó la carne y ofreció de comer a
    su gente.
    Luego se levantó, marchó tras Elías y se puso a sus órdenes.

    SALMO RESPONSORIAL

    Salmo responsorial Sal 15, 1-2a y 5. 7-8. 9-10.

    V/. Tú eres, Señor, el lote de mi heredad.
    R/. Tú eres, Señor, el lote de mi heredad.
    V/. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti; yo digo al Señor: Tú eres mi bien.
    El Señor es el lote de mi heredad y mi copa, mi suerte está en tu mano. R/.
    Bendeciré al Señor que me aconseja, hasta de noche me instruye
    internamente.
    Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré. R/.
    V/. Por eso se me alegra el corazón, se gozan mis entrañas y mi carne descansa
    serena: porque no me entregarás a la muerte ni dejarás a tu fiel conocer la
    corrupción. R/.

    EVANGELIO DE LA MISA

    Yo os digo que no juréis en absoluto

    Lectura del santo Evangelio según San Mateo 5, 33-37

    En aquel tiempo, dijo, Jesús a sus discípulos: Sabéis que se mandó a los antiguos:
    «No jurarás en falso» y «Cumplirás tus votos al Señor».
    Pues yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni
    por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del
    Gran Rey.
    Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo pelo.
    A vosotros os basta decir sí o no.
    Lo que pasa de ahí viene del Maligno.

Contenido actualizado el 2012-01-10T00:00:00Z