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MISA VIERNES DE LA DUODÉCIMA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO 2024

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La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Viernes, 2024-06-28 lo siguiente:

  • San Ireneo, obispo y mártir, Memoria 2024:

    PRIMERA LECTURA DE LA MISA

    Uno que sirve al Señor debe ser amable con todos, suave para corregir

    Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 2, 22b-26

    Querido hermano: Esmérate en la justicia y en la fe, en el amor y la paz con los que invocan al Señor con corazón limpio. Niégate a discusiones estúpidas y superficiales, sabiendo que acaban en peleas; y uno que sirve al Señor no debe pelearse, sino ser amable con todos; debe ser hábil para enseñar, sufrido, suave para corregir a los contradictores; puede que Dios les conceda convertirse y comprender la verdad; entonces recapacitarán y se zafarán del lazo del diablo que los tiene ahora cogidos y sumisos a su voluntad.

    SALMO RESPONSORIAL

    Salmo responsorial Sal 36, 3-4. 5-6. 30-31 (R.: 30a)

    R. La boca del justo expone la sabiduría.
    Confía en el Señor y haz el bien, habita tu tierra y practica la lealtad; sea el Señor tu
    delicia, y él te dará lo que pide tu corazón. R.
    Encomienda tu camino al Señor, confía en él, y él actuará: hará tu justicia como el
    amanecer, tu derecho como el mediodía. R.
    La boca del justo expone la sabiduría, su lengua explica el derecho; porque lleva en
    el corazón la ley de su Dios, y sus pasos no vacilan. R.

    EVANGELIO DE LA MISA

    Jn 17, 20-26

    Notas

  • VIERNES DE LA DUODÉCIMA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO 2024:

    Tiempo Ordinario.

    PRIMERA LECTURA DE LA MISA

    Marchó Judá al destierro

    Lectura del segundo libro de los Reyes 25, 1-12

    El año noveno del reinado de Sedecías, el día diez del décimo mes, Nabucodonosor,
    rey de Babilonia, vino a Jerusalén con todo su ejército, acampó frente a ella y
    construyó torres de asalto alrededor.
    La ciudad quedó sitiada hasta el año once del reinado de Sedecías, el día noveno del
    mes cuarto.
    El hambre apretó en la ciudad, y no había pan para la población.
    Se abrió brecha en la ciudad, y los soldados huyeron de noche por la puerta entre
    las dos murallas, junto a los jardines reales, mientras los caldeos rodeaban la
    ciudad, y se marcharon por el camino de la estepa.
    El ejército caldeo persiguió al rey; lo alcanzaron en la estepa de Jericó, mientras sus
    tropas se dispersaban abandonándolo.
    Apresaron al rey y se lo llevaron al rey de Babilonia, que estaba en Ribla, y lo
    procesó.
    A los hijos de Sedecías los hizo ajusticiar ante su vista; a Sedecías lo cegó, le echó
    cadenas de bronce y lo llevó a Babilonia.
    El día primero del quinto mes (que corresponde al año diecinueve del reinado de
    Nabucodonosor en Babilonia) llegó a Jerusalén Nabusardán, jefe de la guardia,
    funcionario del rey de Babilonia.
    Incendió el templo, el palacio real y las casas de Jerusalén, y puso fuego a todos los
    palacios.
    El ejército caldeo, a las órdenes del jefe de la guardia, derribó las murallas que
    rodeaban a Jerusalén.
    Nabusardán, jefe de la guardia, se llevó cautivos al resto del pueblo que había
    quedado en la ciudad, a los que se habían pasado al rey de Babilonia y al resto de
    la plebe.
    De la clase baja dejó algunos como viñadores y hortelanos.

    SALMO RESPONSORIAL

    Salmo responsorial Sal 136, 1-2. 3. 4-5. 6.

    V/. Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti.
    R/. Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti.
    V/. Junto a los canales de Babilonia nos sentamos a llorar con nostalgia de Sión;
    en los sauces de sus orillas colgábamos nuestras cítaras. R/.
    Allí los que nos deportaron nos invitaban a cantar, nuestros opresores, a
    divertirlos: Cantadnos un cantar de Sión. R/.
    V/. ¡Cómo cantar un cántico del Señor en tierras extranjeras ! Si me olvido de ti,
    Jerusalén, que se me paralice la mano derecha. R/.
    V/. Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti, si no pongo a
    Jerusalén en la cumbre de mis alegrías. R/.

    EVANGELIO DE LA MISA

    Si quieres, puedes limpiarme

    Lectura del santo Evangelio según San Mateo 8, 1-4

    En aquel tiempo, al bajar Jesús del monte, lo siguió mucha gente.
    En esto, se le acercó un leproso, se arrodilló y le dijo: .
    ─Señor, si quieres, puedes limpiarme.
    Extendió la mano y lo tocó diciendo: ¡Quiero, queda limpio ! Y enseguida quedó
    limpio de la lepra.
    Jesús le dijo: No se lo digas a nadie, pero para que conste, ve a presentarte al
    sacerdote y entrega la ofrenda que mandó Moisés.

Contenido actualizado el 2012-01-10T00:00:00Z