La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Sábado, 2026-01-17 lo siguiente:
Ef 6, 10-13. 18
Salmo Responsorial Sal 15, 1-2a y 5. 7-8. 11
Aleluya Jn 8, 31b-32
Si os mantenéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos y conoceréis la
verdad -dice el Señor-.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 19, 16-26
En aquel tiempo, se acercó uno a Jesús y le preguntó: -«Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna?» Jesús le contestó: -«¿Por qué me preguntas qué es bueno? Uno solo es Bueno. Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.» Él le preguntó: -«¿Cuáles?» Jesús le contestó: -«No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo.» El muchacho le dijo: -«Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta?» Jesús le contestó: -«Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres -así tendrás un tesoro en el cielo- y luego vente conmigo.» Al oír esto, el joven se fue triste, porque era rico. Jesús dijo a sus discípulos: -«Creedme: difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Lo repito: Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de los cielos.» Al oírlo, los discípulos dijeron espantados: - «Entonces, ¿quién puede salvarse?» Jesús se les quedó mirando y les dijo: -«Para los hombres es imposible; pero Dios lo puede todo.»
Lectura del primer libro de Samuel 9, 1-4. 17-19; 10, 1a
Había un hombre de Loma de Benjamín, llamado Quis, hijo de Abiel, de Seror, de
Becorá, de Afiaj, benjaminita, de buena posición.
Tenía un hijo que se llamaba Saúl, un mozo bien plantado; era el israelita más alto:
sobresalía por encima de todos, de los hombros arriba.
A su padre Quis se le habían extraviado unas burras; y dijo a su hijo Saúl: Llévate a
uno de los criados y vete a buscar las burras.
Cruzaron la serranía de Efraín y atravesaron la comarca de Salisá, pero no las
encontraron.
Atravesaron la comarca de Saalín, y nada.
Atravesaron la comarca de Benjamín, y tampoco.
Cuando Samuel vio a Saúl, el Señor le avisó: Ese es el hombre de quien te hablé; ése
regirá a mi pueblo.
Saúl se acercó a Samuel en medio de la entrada y le dijo: Haga el favor de decirme
dónde está la casa del vidente.
Samuel le respondió: Yo soy el vidente.
Sube delante de mí al altozano; hoy coméis conmigo, y mañana te dejaré marchar y
te diré todo lo que piensas.
Tomó la aceitera, derramó aceite sobre la cabeza de Saúl y lo besó, diciendo: ¡El
Señor te unge como jefe de su heredad! Tú regirás al pueblo del Señor y le
librarás de la mano de los enemigos que lo rodean.
Salmo responsorial Sal 20, 2-3. 4-5. 6-7.
V/. Señor, el rey se alegra por tu fuerza.
R/. Señor, el rey se alegra por tu fuerza.
V/. ¡Señor, el rey se alegra por su fuerza, y cuánto goza con tu victoria! Le has
concedido el deseo de su corazón, no le has negado lo que pedían sus labios.
V/. Te adelantaste a bendecirlo con el éxito, y has puesto en su cabeza una corona
de oro fino.
Te pidió vida y se la has concedido, años que se prolongan sin término. R/.
V/. Tu victoria ha engrandecido su fama, lo has vestido de honor y majestad.
Le concedes bendiciones incesantes, lo colmas de gozo en tu presencia. R/.
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 2, 13-17
En aquel tiempo, Jesús salió de nuevo a la orilla del lago; la gente acudía a él y les
enseñaba.
Al pasar vio a Leví, el de Alfeo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo:
Sígueme.
Se levantó y lo siguió.
Estando Jesús a la mesa en su casa, de entre los muchos que lo seguían un grupo de
recaudadores y otra gente de mala fama se sentaron con Jesús y sus discípulos.
Algunos letrados fariseos, al ver que comía con recaudadores y otra gente de mala
fama, les dijeron a los discípulos: ¡De modo que come con recaudadores y
pecadores! Jesús lo oyó y les dijo: No necesitan médico los sanos, sino los
enfermos.
No he venido a llamar justos, sino pecadores.