Iniciar Sesión

MISA MARTES DE LA TRIGÉSIMA TERCERA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO 2020

Puedes instalar nuestro plugin del ciclo litúrgico en tu sitio de Blogger, Wordpress y Joomla.

La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Martes, 2020-11-17 lo siguiente:

  • Santa Isabel de Hungría, Memoria 2020:

    PRIMERA LECTURA DE LA MISA

    1 Jn 3, 14-18

    SALMO RESPONSORIAL

    Salmo Responsorial Sal 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9. 10-11

    EVANGELIO DE LA MISA

    Lc 6, 27-38

    Notas

  • MARTES DE LA TRIGÉSIMA TERCERA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO 2020:

    Tiempo Ordinario.

    PRIMERA LECTURA DE LA MISA

    Si alguien me abre, entraré y comeremos juntos

    Lectura del libro del Apocalipsis 3, 1-6. 14-22

    Yo, Juan, oí al Señor, que me decía: Al ángel de la Iglesia de Sardes escribe así: Esto
    dice el que tiene los siete Espíritus de Dios y las siete estrellas.
    Conozco tu conducta;tienes nombre como de quien vive, pero estás muerto.
    Ponte en vela, reanima lo que te queda y está a punto de morir.
    Pues no he encontrado tus obras perfectas a los ojos de mi Dios.
    Acuérdate, por tanto, de cómo recibiste y oíste mi palabra: guárdala y arrepiéntete.
    Porque, si no estás en vela, vendré como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré
    sobre ti.
    Ahí en Sardes tienes unos cuantos que no han manchado su ropa;ésos irán
    conmigo vestidos de blanco, pues se lo merecen. El que venza se vestirá todo de
    blanco, y no borraré su nombre del libro de la vida, pues ante mi Padre y ante sus
    ángeles reconoceré su nombre.
    El que tiene oídos, que oiga lo que dice el Espíritu a las Iglesias.
    Al ángel de la Iglesia de Laodicea escribe así: Habla el testigo fidedigno y veraz, el
    Amén, el principio de la creación: Conozco tu manera de obrar y no eres frío ni
    caliente. Ojalá fueras frío o caliente, pero como estás tibio y no eres frío ni
    caliente, voy a escupirte de mi boca.
    Tú dices: Soy rico, tengo reservas y nada me falta.
    Aunque no lo sepas, eres desventurado y miserable, pobre, ciego y desnudo.
    Te aconsejo que me compres oro refinado en el fuego, y así serás rico;y un vestido
    blanco, para ponértelo y que no se vea tu vergonzosa desnudez;y colirio para
    untártelo en los ojos y ver.
    A los que yo amo los reprendo y los corrijo.
    Sé ferviente y conviértete.
    Estoy a la puerta llamando: si alguien oye y me abre, entraré y comeremos juntos.
    A los vencedores los sentaré en mi trono, junto a mí;lo mismo que yo, cuando
    vencí, me senté en el trono de mi Padre, junto a él.
    El que tiene oídos, que oiga lo que dice el Espíritu a las Iglesias.

    SALMO RESPONSORIAL

    Salmo responsorial Sal 14, 2-3ab. 3cd-4ab. 5

    V/. A los vencedores los sentaré en mi trono, junto a mí.
    R/. A los vencedores los sentaré en mi trono, junto a mí.
    V/. El que procede honradamente y practica la justicia, el que tiene intenciones
    leales y no calumnia con su lengua. R/.
    El que no hace mal a su prójimo ni difama al vecino, el que considera
    despreciable al impío y honra a los que temen al Señor. R/.
    V/. El que no presta dinero a usura ni acepta soborno contra el inocente.
    El que así obra nunca fallará. R/.

    EVANGELIO DE LA MISA

    El Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido

    Lectura del santo Evangelio según San Lucas 19, 1-10

    En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad.
    Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién
    era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura.
    Corrió más adelante y se subió a una higuera, para verlo, porque tenía que pasar
    por allí.
    Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo: Zaqueo, baja en seguida, porque
    hoy tengo que alojarme en tu casa.
    El bajó en seguida, y lo recibió muy contento.
    Al ver esto, todos murmuraban diciendo: Ha entrado a hospedarse en casa de un
    pecador.
    Pero Zaqueo se puso en pie, y dijo al Señor: Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se
    la doy a los pobres;y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces
    más.
    Jesús le contestó: Hoy ha sido la salvación de esta casa;también éste es hijo de
    Abrahán.
    Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.

Contenido actualizado el 2012-01-10T00:00:00Z