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MISA VIERNES DE LA SEGUNDA SEMANA DE PASCUA 2025

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La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Viernes, 2025-05-02 lo siguiente:

  • San Atanasio, obispo y doctor de la Iglesia, Memoria 2025:

    PRIMERA LECTURA DE LA MISA

    Lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe

    Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 5, 1-5

    Queridos hermanos: Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y todo el que ama a Dios que da el ser ama también al que ha nacido de él. En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: si amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos. Pues en esto consiste el amor a Dios: en que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son pesados, pues todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo. Y lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?

    SALMO RESPONSORIAL

    SALMO RESPONSORIAL Sal 36, 3-4. 5-6. 30-31 (R.: 30a)

    R. La boca del justo expone la sabiduría (O bien: Aleluya).
    Confía en el Señor y haz el bien, habita tu tierra y practica la lealtad; sea el Señor tu delicia, y él te dará lo que pide tu corazón. R.
    Encomienda tu camino al Señor, confía en él, y él actuará: hará tu justicia como el amanecer, tu derecho como el mediodía. R.
    La boca del justo expone la sabiduría, su lengua explica el derecho; porque lleva en el corazón la ley de su Dios, y sus pasos no vacilan. R.

    Aclamación del Evangelio

    Aleluya Mt 5, 10

    Confía en el Señor y haz el bien, habita tu tierra y practica la lealtad; sea el Señor tu
    delicia, y él te dará lo que pide tu corazón. R.
    Encomienda tu camino al Señor, confía en él, y él actuará: hará tu justicia como el
    amanecer, tu derecho como el mediodía. R.
    La boca del justo expone la sabiduría, su lengua explica el derecho; porque lleva en
    el corazón la ley de su Dios, y sus pasos no vacilan. R.
    Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los
    cielos.

    EVANGELIO DE LA MISA

    Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra

    Lectura del santo evangelio según san Mateo 10, 22-25a

    En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -«Todos os odiarán por mi nombre; el que persevere hasta el final se salvará. Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra. Porque os aseguro que no terminaréis con las ciudades de Israel antes de que vuelva el Hijo del hombre. Un discípulo no es más que su maestro, ni un esclavo más que su amo; ya le basta al discípulo con ser como su maestro, y al esclavo como su amo. Si al dueño de casa lo han llamado Belzebú, ¡cuánto más a los criados!»

    Notas

  • VIERNES DE LA SEGUNDA SEMANA DE PASCUA 2025:

    Tiempo de Pascua.

    PRIMERA LECTURA DE LA MISA

    Salieron contentos de haber merecido aquel ultraje por el nombre de Jesús

    Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 5, 34-42

    En aquellos días, un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la Ley, respetado por todo
    el pueblo, se levantó en el Sanedrín, mandó que sacaran fuera un momento a
    aquellos hombres y dijo:
    —«Israelitas, pensad bien lo que vais a hacer con esos hombres. No hace mucho
    salió un tal Teudas, dándoselas de hombre importante, y se le juntaron unos
    cuatrocientos hombres. Fue ejecutado, dispersaron a todos sus secuaces, y todo
    acabó en nada.
    Más tarde, cuando el censo, salió Judas el Galileo, arrastrando detrás de sí gente del
    pueblo; también pereció, y dispersaron a todos sus secuaces.
    En el caso presente, mi consejo es éste: No os metáis con esos hombres; soltadlos. Si
    su idea y su actividad son cosa de hombres, se dispersarán; pero, si es cosa de Dios,
    no lograréis dispersarlos, y os expondríais a luchar contra Dios.»
    Le dieron la razón y llamaron a los apóstoles, los azotaron, les prohibieron hablar
    en nombre de Jesús y los soltaron. Los apóstoles salieron del Sanedrín contentos de
    haber merecido aquel ultraje por el nombre de Jesús. Ningún día dejaban de
    enseñar, en el templo y por las casas, anunciando el Evangelio de Jesucristo.

    SALMO RESPONSORIAL

    Salmo responsorial Sal 26, 1. 4. 13-14 (R/.: cf. 4ab)

    R/. Una cosa pido al Señor: habitar en su casa (o bien: Aleluya).
    El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de mi
    vida, ¿quién me hará temblar? R/.
    Una cosa pido al Señor, eso buscaré: habitar en la casa del Señor por los días de mi
    vida; gozar de la dulzura del Señor, contemplando su templo. R/.
    Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. Espera en el Señor, sé
    valiente, ten ánimo, espera en el Señor. R/.

    Aclamación del Evangelio

    Aleluya Mt 4, 4b

    No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

    EVANGELIO DE LA MISA

    Repartió a los que estaban sentados todo lo que quisieron.

    Lectura del santo evangelio según san Juan 6, 1-15

    En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del lago de Galilea (o de
    Tiberíades). Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con
    los enfermos.
    Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos.
    Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos, y al
    ver que acudía mucha gente, dice a Felipe:
    —«¿Con qué compraremos panes para que coman estos?»
    Lo decía para tantearlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer.
    Felipe le contestó:
    —«Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo.»
    Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice:
    —«Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces; pero,
    ¿qué es eso para tantos?»
    Jesús dijo:
    —«Decid a la gente que se siente en el suelo.»
    Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; solo los hombres eran unos cinco
    mil.
    Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban
    sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado.
    Cuando se saciaron, dice a sus discípulos:
    —«Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se desperdicie.»
    Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de los cinco panes de
    cebada, que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo
    que habla hecho, decía:
    —«Éste sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo.»
    Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la
    montaña él solo.

Contenido actualizado el 2012-01-10T00:00:00Z