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MISA JUEVES DE LA VIGÉSIMA SEXTA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO 2025

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La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Jueves, 2025-10-02 lo siguiente:

  • Santos Ángeles Custodios, Memoria 2025:

    PRIMERA LECTURA DE LA MISA

    El evangelio de esta memoria es propio. Mi ángel irá por delante

    Lectura del libro del Éxodo 23, 20-23a

    Así dice el Señor: «Voy a enviarte un ángel por delante, para que te cuide en el camino y te lleve al lugar que he preparado. Respétalo y obedécelo. No te rebeles, porque lleva mi nombre y no perdonará tus rebeliones. Si lo obedeces fielmente y haces lo que yo digo, tus enemigos serán mis enemigos, y tus adversarios serán mis adversarios. Mi ángel irá por delante.»

    SALMO RESPONSORIAL

    Salmo responsorial Sal 90, 1-2. 3-4. 5-6. 10-11 (R.: 11)

    R. A sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos.
    Tú que habitas al amparo del Altísimo, que vives a la sombra del Omnipotente, di al
    Señor: «Refugio mío, alcázar mío, Dios mío, confío en ti.» R.
    Él te librará de la red del cazador, de la peste funesta. Te cubrirá con sus plumas,
    bajo sus alas te refugiarás. R.
    Su brazo es escudo y armadura. No temerás el espanto nocturno,
    ni la flecha que vuela de día, ni la peste que se desliza en las tinieblas, ni la
    epidemia que devasta a mediodía. R.
    No se te acercará la desgracia, ni la plaga llegará hasta tu tienda, porque a sus
    ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos. R.

    Aclamación del Evangelio

    Aleluya Sal 102, 21

    Bendecid al Señor, ejércitos suyos, servidores que cumplís sus deseos.

    EVANGELIO DE LA MISA

    Sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial

    Lectura del santo evangelio según san Mateo 18, 1-5. 10

    En aquel momento, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: -«¿Quién es el más importante en el reino. de los cielos?» Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo: -«Os aseguro que, si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí. Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial.»

  • JUEVES DE LA VIGÉSIMA SEXTA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO 2025:

    Tiempo Ordinario.

    PRIMERA LECTURA DE LA MISA

    Esdras abrió el libro de la ley, pronunció la bendición del Señor, y el pueblo entero respondió: Amén, amén

    Lectura del libro de Nehemías 8, 1-4a. 5-6. 7b-12

    En aquellos días, todo el pueblo se congregó como un solo hombre en la plaza que
    hay ante la puerta del agua.
    Dijeron al escriba Esdras que trajera el libro de la ley de Moisés que el Señor había
    prescrito a Israel.
    Esdras trajo el libro a la asamblea de hombres y mujeres y de todos los que podían
    comprender.
    Era el día primero del mes séptimo.
    Leyó el libro en la plaza que hay ante la puerta del agua, desde el amanecer hasta el
    mediodía, en presencia de hombres, mujeres y de los que podían comprender; y
    todo el pueblo estaba atento al libro de la ley.
    Esdras, el escriba, estaba de pie sobre un estrado de madera, que habían hecho para
    el caso.
    Esdras abrió el libro a vista del pueblo, pues los dominaba a todos, y cuando lo
    abrió, el pueblo entero se puso en pie.
    Esdras pronunció la bendición del Señor Dios grande, y el pueblo entero, alzando
    las manos, respondió: «Amén, Amén» ; se inclinó y se postró rostro a tierra ante
    el Señor.
    Mientras los levitas explicaban al pueblo la ley, el pueblo permanecía en sus
    puestos.
    Los levitas leían el libro de la ley de Dios con claridad y explicando el sentido, de
    forma que comprendieron la lectura.
    Nehemías, el Gobernador, Esdras, el sacerdote y escriba, y los levitas que
    enseñaban al pueblo decían al pueblo entero: Hoy es un día consagrado a nuestro
    Dios: No hagáis duelo ni lloréis (porque el pueblo entero lloraba al escuchar las
    palabras de la ley).
    Y añadieron: Andad, comed buenas tajadas, bebed vino dulce y enviad porciones a
    quien no tiene preparado, pues es un día consagrado a nuestro Dios.
    No estéis tristes, pues el gozo en el Señor es vuestra fortaleza.
    Los levitas acallaban al pueblo diciendo: Silencio; no estéis tristes, que es un día
    santo.
    Por fin el pueblo se fue a comer y beber, a repartir alimentos y a organizar una gran
    fiesta porque habían comprendido lo que les habían enseñado.

    SALMO RESPONSORIAL

    Salmo responsorial Sal 18, 8. 9. 10. 11

    V/. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.
    R/. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.
    V/. La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; L el precepto del Señor es
    fiel e instruye al ignorante. R/.
    V/. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es
    límpida y da luz a los ojos. R/.
    V/. La voluntad del Señor es pura y eternamente estable; los mandamientos del
    Señor son verdaderos y enteramente justos. R/.
    V/. Más preciosos que el oro, más que el oro fino; más dulces que la miel de un
    panal que desti1a. R/.

    EVANGELIO DE LA MISA

    Vuestra paz descansará sobre ellos

    Lectura del santo Evangelio según San Lucas 10, 1-12

    En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos, y los mandó por delante, de
    dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.
    Y les decía: La mies es abundante y los obreros pocos rogad, pues, al dueño de la
    mies que mande obreros a su mies.
    ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos.
    No llevéis talega ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el
    camino.
    Cuando entréis en una casa, decid primero: «Paz a esta casa». Y si allí hay gente de
    paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros.
    Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan: porque el obrero
    merece su salario.
    No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo
    que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: «está cerca de vosotros el
    Reino de Dios».
    Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la plaza y decid: «Hasta el
    polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre
    vosotros. De todos modos sabed que está cerca el Reino de Dios».
    Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese pueblo.

Contenido actualizado el 2012-01-10T00:00:00Z