Iniciar Sesión

MISA JUEVES DE LA DÉCIMO TERCERA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO 2019

Puedes instalar nuestro plugin del ciclo litúrgico en tu sitio de Blogger, Wordpress y Joomla.

La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Jueves, 2019-07-04 lo siguiente:

  • Santa Isabel de Portugal 2019:

    PRIMERA LECTURA DE LA MISA

    1 Jn 3, 14-18

    SALMO RESPONSORIAL

    Salmo Responsorial Sal 111, 1-2. 3-4. 5-7a. 7b-8. 9

    SEGUNDA LECTURA DE LA MISA

    A los que justificó, los glorificó

    Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8, 26-30

    Hermanos: El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables. Y el que escudriña los corazones sabe cuál es el deseo del Espíritu, y que su intercesión por los santos es según Dios. Sabemos también que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien: a los que ha llamado conforme a su designio. A los que había escogido, Dios los predestinó a ser imagen de su Hijo, para que él fuera el primogénito de muchos hermanos. A los que predestinó, los llamó;a los que llamó, los justificó;a los que justificó, los glorificó. Palabra de Dios.

    Aclamación del Evangelio

    versículo antes del evangelio Mt 5, 3

    Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

    EVANGELIO DE LA MISA

    Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo

    Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 1-12a

    En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos;y él se puso a hablar, enseñándoles: -«Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.» Palabra del Señor.

    Notas

  • JUEVES DE LA DÉCIMO TERCERA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO 2019:

    Tiempo Ordinario.

    PRIMERA LECTURA DE LA MISA

    El sacrificio de Abrahán, nuestro padre en la fe

    Lectura del libro del Génesis 22, 1-19

    En aquellos días, Dios puso a prueba a Abrahán llamándole: — ¡Abrahán!
    El respondió: —Aquí me tienes.
    Dios le dijo: —Toma a tu hijo único, al que quieres, a Isaac, y vete al país de Moría y
    ofrécemelo allí en sacrificio en uno de los montes que yo te indicaré.
    Abrahán madrugó, aparejó el asno y se llevó consigo a dos criados y a su hijo Isaac;
    cortó leña para el sacrificio y se encaminó al lugar que le había indicado Dios.
    El tercer día levantó Abrahán los ojos y descubrió el sitio de lejos.
    Y Abrahán dijo a sus criados: —Quedaos aquí con el asno;yo con el muchacho iré
    hasta allá para adorar y después volveremos con vosotros.
    Abrahán tomó la leña para el sacrificio, se la cargó a su hijo Isaac, y él llevaba el
    fuego y el cuchillo.
    Los dos caminaban juntos.
    Isaac dijo a Abrahán, su padre: —Padre.
    El respondió: —Aquí estoy, hijo mío.
    El muchacho dijo: —Tenemos fuego y leña, pero, ¿dónde está el cordero para el
    sacrificio ?
    Abrahán contestó: —Dios proveerá el cordero para el sacrificio, hijo mío.
    Y siguieron caminando juntos.
    Cuando llegaron al sitio que le había dicho Dios, Abrahán levantó allí el altar y
    apiló la leña, luego ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar, encima de la leña.
    Entonces Abrahán tomó el cuchillo para degollar a su hijo;pero el ángel del Señor le
    gritó desde el cielo: — ¡Abrahán, Abrahán !
    El contestó: —Aquí me tienes.
    El ángel le ordenó: —No alargues la mano contra tu hijo ni le hagas nada.
    Ahora sé que temes a Dios, porque no te has reservado a tu hijo, tu único hijo.
    Abrahán levantó los ojos y vio un carnero enredado por los cuernos en la maleza.
    Se acercó, tomó el carnero y lo ofreció en sacrificio en lugar de su hijo.
    Abrahán llamó aquel sitio «El Señor ve» , por lo que se dice aún hoy «El monte del
    Señor ve».
    El ángel del Señor volvió a gritar a Abrahán desde el cielo: «Juro por mí mismo —
    oráculo del Señor—: por haber hecho esto, por no haberte reservado tu hijo, tu
    hijo único, te bendeciré, multiplicaré a tus descendientes como las estrellas del
    cielo y como la arena de la playa.
    Tus descendientes conquistarán las puertas de las ciudades enemigas.
    Todos los pueblos del mundo se bendecirán con tu descendencia, porque me has
    obedecido.
    Abrahán volvió a sus criados, y juntos se pusieron en camino hacia Berseba, y
    Abrahán se quedó a vivir en Berseba.

    SALMO RESPONSORIAL

    Salmo responsorial Sal 114, 1-2. 3-4. 5-6. 8-9

    V/. Caminaré en presencia del Señor, en el país de la vida.
    R/. Caminaré en presencia del Señor, en el país de la vida.
    V/. Amo al Señor, porque escucha mi voz suplicante;
    porque inclina su oído hacia mí, el día que lo invoco. R/.
    V/. Me envolvían redes de muerte, me alcanzaron los lazos del Abismo, caí en
    tristeza y angustia. Invoqué el nombre del Señor: «Señor, salva mi vida» R/.
    V/. El Señor es benigno y justo, nuestro Dios es compasivo;
    el Señor guarda a los sencillos: estando yo sin fuerzas me salvó.
    V/. Arrancó mi alma de la muerte, mis ojos de las lágrimas, mis pies de la caída.
    Caminaré en presencia del Señor, en el país de la vida. R/.

    EVANGELIO DE LA MISA

    La gente alababa a Dios, que da a los hombres tal potestad

    Lectura del santo Evangelio según San Mateo 9, 1-8

    En aquel tiempo, subió Jesús a una barca, cruzó a la otra orilla y fue a su ciudad.
    Le presentaron un paralítico, acostado en una camil1a.
    Viendo la fe que tenían, dijo al paralítico: ¡Animo, hijo! , tus pecados están
    perdonados.
    Algunos de los letrados se dijeron: Este blasfema.
    Jesús, sabiendo lo que pensaban, les dijo: ¿Por qué pensáis mal? ¿Qué es más fácil
    decir: «tus pecados están perdonados» , o decir «levántate y anda» ? Pues para
    que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar
    pecados dijo dirigiéndose al paralítico: Ponte en pie, coge tu camilla y vete a tu
    casa.
    Se puso en pie, y se fue a su casa.
    Al ver esto, la gente quedó sobrecogida y alababa a Dios, queda a los hombres tal
    potestad.

Contenido actualizado el 2012-01-10T00:00:00Z