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MISA SÁBADO DE LA DÉCIMO TERCERA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO 2025

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La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Sábado, 2025-07-05 lo siguiente:

  • San Antonio María Zacaría, presbítero 2025:

    PRIMERA LECTURA DE LA MISA

    2 Tm 1, 13-14; 2, 1-3

    SALMO RESPONSORIAL

    Salmo Responsorial Sal 1, 1-2. 3. 4 y 6

    EVANGELIO DE LA MISA

    Mc 10, 13-16

    Notas

  • SÁBADO DE LA DÉCIMO TERCERA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO 2025:

    Tiempo Ordinario.

    PRIMERA LECTURA DE LA MISA

    Jacob echó la zancadilla a Esaú y le quitó su bendición

    Lectura del libro del Génesis 27, 1-5. 15-29

    Cuando Isaac se hizo viejo y perdió la vista, llamó a su hijo mayor: —Hijo mío.
    Contestó: —Aquí estoy.
    El le dijo: —Mira, yo soy viejo y no sé cuándo moriré.
    Toma tus aparejos, arco y aljaba, y sal al campo a buscarme caza; después me guisas
    un buen plato, como sabes que me gusta, y me lo traes para que coma; pues
    quiero darte mi bendición antes de morir.
    Rebeca escuchó la conversación de Isaac con Esaú, su hijo.
    Salió Esaú al campo a cazar para su padre.
    Rebeca tomó un traje de su hijo mayor, Esaú, el traje de fiesta, que tenía en el arcón,
    y vistió con él a Jacob, su hijo menor; con la piel de los cabritos le cubrió los
    brazos y la parte lisa del cuello.
    Y puso en manos de su hijo Jacob el guiso sabroso que había preparado y el pan.
    El entró en la habitación de su padre y dijo: —Padre.
    Respondió Isaac: —Aquí estoy; ¿quién eres, hijo mío?
    Respondió Jacob a su padre: —Soy Esaú tu primogénito, he hecho lo que me
    mandaste; incorpórate, siéntate y come lo que he cazado; después me bendecirás
    tú.
    Isaac dijo a su hijo: — ¡Qué prisa te has dado para encontrarla!
    El respondió: —El Señor tu Dios me la puso al alcance.
    Isaac dijo a Jacob: —Acércate que te palpe, hijo mío a ver si eres tú mi hijo Esaú o
    no.
    Se acercó Jacob a su padre Isaac, y éste lo palpó, y dijo: —La voz es la voz de Jacob,
    los brazos son los brazos de Esaú.
    Y no lo reconoció porque sus brazos estaban peludos como los de su hermano Esaú.
    Y lo bendijo.
    Le volvió a preguntar: — ¿Eres tú mi hijo Esaú?
    Respondió Jacob: —Yo soy.
    Isaac dijo: —Sírveme la caza, hijo mío, que coma yo de tu caza, y así te
    bendeciré yo.
    Se la sirvió, y él comió.
    Le trajo vino, y bebió.
    Isaac le dijo: —Acércate y bésame, hijo mío.
    Se acercó y lo besó.
    Y al oler el aroma del traje, lo bendijo, diciendo: —Aroma de un campo que bendijo
    el Señor es el aroma de mi hijo: que Dios te conceda el rocío del cielo, la fertilidad
    de la tierra, abundancia de trigo y de vino.
    Que te sirvan los pueblos, y se postren ante ti las naciones.
    Sé señor de tus hermanos, que ellos se postren ante ti.
    Maldito quien te maldiga, bendito quien te bendiga.

    SALMO RESPONSORIAL

    Salmo responsorial Sal 134, 1-2. 3-4. 5-6

    V/. Alabad al Señor, porque es bueno.
    R/. Alabad al Señor, porque es bueno.
    V/. Alabad el nombre del Señor, alabadlo, siervos del Señor,
    que estáis en la casa del Señor, en los atrios de la casa de nuestro Dios.
    V/. Alabad al Señor, porque es bueno; tañed para su nombre, que es amable.
    Porque él se escogió a Jacob, a Israel en posesión suya. R/.
    V/. Yo sé que el Señor es grande, nuestro dueño más que todos los dioses.
    El Señor todo lo que quiere lo hace: en el cielo y en la tierra, en los mares y en los
    océanos. R/.

    EVANGELIO DE LA MISA

    ¿Es que pueden guardar luto los amigos del novio, mientras el novio está con ellos?

    Lectura del santo Evangelio según San Mateo 9, 14-17

    En aquel tiempo, los discípulos de Juan se le acercaron a Jesús, preguntándole: ¿Por
    qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no
    ayunan? Jesús les dijo: ¿Es que pueden guardar luto los amigos del novio,
    mientras el novio está con ellos? .
    Llegará un día en que se lleven al novio y entonces ayunarán.
    Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza
    tira del manto y deja un roto peor.
    Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos; porque revientan los odres: se
    derrama el vino y los odres se estropean; el vino nuevo se echa en odres nuevos,
    y así las dos cosas se conservan.

Contenido actualizado el 2012-01-10T00:00:00Z