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MISA TERCER DOMINGO DE PASCUA 2019

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La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Domingo, 2019-05-05 lo siguiente:

  • TERCER DOMINGO DE PASCUA 2019:

    Tiempo de Pascua.

    PRIMERA LECTURA DE LA MISA

    Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo

    Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 5, 27b—32. 40b—41

    En aquellos días, el sumo sacerdote interrogó a los apóstoles y les dijo:
    —«¿No os habíamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ése? En cambio,
    habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de
    la sangre de ese hombre.»
    Pedro y los apóstoles replicaron:
    —«Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres
    resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero. La diestra de
    Dios lo exaltó, haciéndolo jefe y salvador, para otorgarle a Israel la conversión con
    el perdón de los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que
    Dios da a los que le obedecen.»
    Prohibieron a los apóstoles hablar en nombre de Jesús y los soltaron. Los apóstoles
    salieron del Sanedrín contentos de haber merecido aquel ultraje por el nombre de
    Jesús.

    SALMO RESPONSORIAL

    Salmo responsorial Sal 29, 2 y 4. 5 y 6. 11 y 12a y 13b (R.: 2a)

    R. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado. O bien: Aleluya.
    Te ensalzaré, Señor, porque me has librado y no has dejado que mis enemigos se
    rían de mí. Señor, sacaste mi vida del abismo, me hiciste revivir cuando bajaba a la
    fosa. R.
    Tañed para el Señor, fieles suyos, dad gracias a su nombre santo;su cólera dura un
    instante, su bondad, de por vida;al atardecer nos visita el llanto;por la mañana, el
    júbilo. R.
    Escucha, Señor, y ten piedad de mí;Señor, socórreme. Cambiaste mi luto en danzas.
    Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre. R.

    SEGUNDA LECTURA DE LA MISA

    Digno es el Cordero degollado de recibir el poder y la riqueza

    Lectura del libro del Apocalipsis 5, 11—14

    Yo, Juan, en la visión escuché la voz de muchos ángeles: eran millares y millones alrededor del trono y de los vivientes y de los ancianos, y decían con voz potente:
    «Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza.» Y oí a todas las criaturas que hay en el cielo, en la tierra, bajo la tierra, en el mar — todo lo que hay en ellos—, que decían:
    «Al que se sienta en el trono y al Cordero la alabanza, el honor, la gloria y el poder por los siglos de los siglos.»
    Y los cuatro vivientes respondían: «Amén.»
    Y los ancianos se postraron rindiendo homenaje.

    Aclamación del Evangelio

    Ha resucitado Cristo, que creó todas las cosas y se compadeció del género humano.

    EVANGELIO DE LA MISA

    Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado

    Lectura del santo evangelio según san Juan 21, 1—19

    En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de
    Tiberíades. Y se apareció de esta manera:
    Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de
    Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos.
    Simón Pedro les dice:
    —«Me voy a pescar.»
    Ellos contestan:
    —«Vamos también nosotros contigo.»
    Salieron y se embarcaron;y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya
    amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla;pero los discípulos no sabían
    que era Jesús.
    Jesús les dice:
    —«Muchachos, ¿tenéis pescado?»
    Ellos contestaron:
    —«No.»
    Él les dice:
    —«Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis.»
    La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel
    discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro:
    —«Es el Señor.»
    Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó
    al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra
    más que unos cien metros, remolcando la red con los peces.
    Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les
    dice:
    —«Traed de los peces que acabáis de coger.»
    Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces
    grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red.
    Jesús les dice:
    —«Vamos, almorzad.»
    Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien
    que era el Señor.
    Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado.
    Ésta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de
    entre los muertos.

Contenido actualizado el 2012-01-10T00:00:00Z