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MISA MARTES SANTO 2020

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La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Martes, 2020-04-07 lo siguiente:

  • San Juan Bautista de la Salle, presbítero, Memoria 2020:

    PRIMERA LECTURA DE LA MISA

    2 Tm 1, 13-14;2, 1-3

    SALMO RESPONSORIAL

    Salmo Responsorial Sal 1, 1-2. 3. 4 y 6

    EVANGELIO DE LA MISA

    Mt 18, 1-5

    Notas

  • MARTES SANTO 2020:

    Tiempo de Cuaresma.

    PRIMERA LECTURA DE LA MISA

    Te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra

    Lectura del libro de Isaías 49, 1-6

    Escuchadme, islas;atended, pueblos lejanos:
    Estaba yo en el vientre, y el Señor me llamó;en las entrañas maternas, y pronunció
    mi nombre.
    Hizo de mi boca una espada afilada, me escondió en la sombra de su mano;
    me hizo flecha bruñida, me guardó en su aljaba
    y me dijo: «Tú eres mi siervo, de quien estoy orgulloso.»
    Mientras yo pensaba: «En vano me he cansado, en viento y en nada he gastado mis
    fuerzas», en realidad mi derecho lo llevaba el Señor, mi salario lo tenía mi Dios.
    Y ahora habla el Señor, que desde el vientre me formó siervo suyo, para que le
    trajese a Jacob, para que le reuniese a Israel —tanto me honró el Señor, y mi Dios
    fue mi fuerza—: «Es poco que seas mi siervo y restablezcas las tribus de Jacob y
    conviertas a los supervivientes de Israel;te hago luz de las naciones, para que mi
    salvación alcance hasta el confín de la tierra.»

    SALMO RESPONSORIAL

    Salmo responsorial Sal 70, 1-2. 3-4a. 5-6ab. 15 y 17 (R/.: cf. 15)

    R/. Mi boca contará tu salvación, Señor.
    A ti, Señor, me acojo: no quede yo derrotado para siempre;tú que eres justo,
    líbrame y ponme a salvo, inclina a mí tu oído, y sálvame. R/.
    Sé tú mi roca de refugio, el alcázar donde me salve, porque mi peña y mi alcázar
    eres tú. Dios mío, líbrame de la mano perversa. R/.
    Porque tú, Dios mío, fuiste mi esperanza y mi confianza, Señor, desde mi juventud.
    En el vientre materno ya me apoyaba en ti, en el seno tú me sostenías. R/.
    Mi boca contará tu auxilio, y todo el día tu salvación. Dios mío, me instruiste desde
    mi juventud, y hasta hoy relato tus maravillas. R/.
    Versículo antes del evangelio
    Salve, Rey nuestro, obediente al Padre;fuiste llevado a la crucifixión, como manso
    cordero a la matanza.

    EVANGELIO DE LA MISA

    Uno de vosotros me va a entregar... No cantará el gallo antes que me hayas negado tres veces

    Lectura del santo evangelio según san Juan 13, 21-33. 36-38

    En aquel tiempo, Jesús, profundamente conmovido, dijo:
    —«Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar.»
    Los discípulos se miraron unos a otros perplejos, por no saber de quién lo decía.
    Uno de ellos, el que Jesús tanto amaba, estaba reclinado a la mesa junto a su pecho.
    Simón Pedro le hizo señas para que averiguase por quién lo decía. Entonces él,
    apoyándose en el pecho de Jesús, le preguntó:
    —«Señor, ¿quién es?»
    Le contestó Jesús:
    —«Aquel a quien yo le dé este trozo de pan untado.»
    Y, untando el pan, se lo dio a Judas, hijo de Simón el Iscariote.
    Detrás del pan, entró en él Satanás. Entonces Jesús le dijo:
    —«Lo que tienes que hacer hazlo en seguida.»
    Ninguno de los comensales entendió a qué se refería. Como Judas guardaba la
    bolsa, algunos suponían que Jesús le encargaba comprar lo necesario para la fiesta o
    dar algo a los pobres.
    Judas, después de tomar el pan, salió inmediatamente. Era de noche. Cuando salió,
    dijo Jesús:
    —«Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es
    glorificado en el, también Dios lo glorificara en sí mismo: pronto lo glorificara. Hijos
    míos, me queda poco de estar con vosotros. Me buscaréis, pero lo que dije a los
    judíos os lo digo ahora a vosotros: "Donde yo voy, vosotros no podéis ir."»
    Simón Pedro le dijo:
    —«Señor, ¿a dónde vas?»
    Jesús le respondió:
    —«Adonde yo voy no me puedes acompañar ahora, me
    acompañarás más tarde.»
    Pedro replicó:
    —«Señor, ¿por qué no puedo acompañarte ahora? Daré mi
    vida por ti.» Jesús le contestó: —«¿Con que darás tu vida por mi? Te aseguro que no
    cantará el gallo antes que me hayas negado tres voces.»

Contenido actualizado el 2012-01-10T00:00:00Z