La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Jueves, 2024-04-25 lo siguiente:
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 5, 5b-14
Queridos hermanos: Tened sentimientos de humildad unos con otros, porque Dios resiste a los soberbios, pero da su gracia a los humildes. Inclinaos, pues, bajo la mano poderosa de Dios, para que, a su tiempo, os ensalce. Descargad en él todo vuestro agobio, que él se interesa por vosotros. Sed sobrios, estad alerta, que vuestro enemigo, el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quién devorar. Resistidle firmes en la fe, sabiendo que vuestros hermanos en el mundo entero pasan por los mismos sufrimientos. Tras un breve padecer, el mismo Dios, de toda gracia, que os ha llamado en Cristo a su eterna gloria, os restablecerá, os afianzará, os robustecerá. Suyo es el poder por los siglos. Amén. Os he escrito esta breve carta por mano de Silvano, al que tengo por hermano fiel, para exhortaros y atestiguaros que ésta es la verdadera gracia de Dios. Manteneos en ella. Os saluda la comunidad de Babilonia, y también Marcos, mi hijo. Saludaos entre vosotros con el beso del amor fraterno. Paz a todos vosotros, los cristianos.
Salmo responsorial Sal 88, 2-3. 6-7. 16-17 (R.: cf. 2a)
R. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor (O bien: Aleluya).
Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas las edades. Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno, más que el cielo has afianzado tu fidelidad.» R.
El cielo proclama tus maravillas, Señor, y tu fidelidad, en la asamblea de los ángeles. ¿Quién sobre las nubes se compara a Dios? ¿Quién como el Señor entre los seres divinos? R.
Dichoso el pueblo que sabe aclamarte: caminará, oh Señor, a la luz de tu rostro; tu nombre es su gozo cada día, tu justicia es su orgullo. R.
Aleluya 1 Co 1, 23-24
Nosotros predicamos a Cristo crucificado, fuerza de Dios y sabiduría de Dios.
Lectura del santo evangelio según san Marcos 16, 15-20
En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: -«Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos.» Después de hablarles, el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban.
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 13, 13-25
En aquellos días, Pablo y sus compañeros se hicieron a la vela en Pafos y llegaron a
Perge de Panfilia. Juan los dejó y se volvió a Jerusalén. Desde Perge siguieron hasta
Antioquía de Pisidia; el sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento. Acabada
la lectura de la Ley y los profetas, los jefes de la sinagoga les mandaron a decir:
—«Hermanos, si queréis exhortar al pueblo, hablad.»
Pablo se puso en pie y, haciendo seña de que se callaran, dijo:
—«Israelitas y los que teméis a Dios, escuchad: El Dios de este pueblo, Israel, eligió
a nuestros padres y multiplicó al pueblo cuando vivían como forasteros en Egipto.
Los sacó de allí con brazo poderoso; unos cuarenta años los alimentó en el desierto,
aniquiló siete naciones en el país de Canaán y les dio en posesión su territorio, unos
cuatrocientos cincuenta años. Luego les dio jueces hasta el profeta Samuel. Pidieron
un rey, y Dios les dio a Saúl, hijo de Quis, de la tribu de Benjamín, que reinó
cuarenta años. Lo depuso y nombró rey a David, de quien hizo esta alabanza:
"Encontré a David, hijo de Jesé, hombre conforme a mi corazón, que cumplirá todos
mis preceptos." Según lo prometido, Dios sacó de su descendencia un salvador para
Israel: Jesús. Antes de que llegara, Juan predicó a todo Israel un bautismo de
conversión; y, cuando estaba para acabar su vida, decía: "Yo no soy quien pensáis;
viene uno detrás de mí a quien no merezco desatarle las sandalias."»
Salmo responsorial Sal 88, 2-3. 21-22. 25 y 27 (R/.: cf. 2a)
R/. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor (o bien: Aleluya).
Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas
las edades Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno, más que el cielo has
afianzado tu fidelidad.» R/.
Encontré a David, mi siervo, y lo he ungido con óleo sagrado; para que mi mano
esté siempre con él y mi brazo lo haga valeroso. R/.
Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán, por mi nombre crecerá su poder. El me
invocará: «Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora.» R/.
Aleluya Ap 1, 5ab
Jesucristo, tú eres el testigo fiel,
el primogénito de entre los muertos;
tú nos amaste
y nos has librado de nuestros pecados por tu sangre.
Lectura del santo evangelio según san Juan 13, 16-20
Cuando Jesús acabó de lavar los pies a sus discípulos, les dijo:
—«Os aseguro, el criado no es más que su amo, ni el enviado es más que el que lo
envía. Puesto que sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en práctica. No lo digo
por todos vosotros; yo sé bien a quiénes he elegido, pero tiene que cumplirse la
Escritura: "El que compartía mi pan me ha traicionado." Os lo digo ahora, antes de
que suceda, para que cuando suceda creáis que yo soy.
Os lo aseguro: El que recibe a mi enviado me recibe a mí; y el que a mi me recibe
recibe al que me ha enviado.»